La Semana Santa sevillana no se entendería sin las participación de los nazarenos. Los hermanos de cada cofradía visten sus respectivas túnicas para acompañar a los sagrados titulares. Vestir la túnica de nazareno es todo un ritual. No es una indumentaria cualquiera, sino la que sirve para acompañar a sus imágenes sagradas.
- De capa: entre las túnicas de capa la más típica y que ha servido de inspiración para muchas, constan de antifaz de terciopelo (morado,verde, negros,...), con sotanas y capas (colores cremas, blancos,...) y se ciñen por un cíngulo o correas. También hermandades de capa en su atuendo cuentan con escapularios, y diversas combinaciones.
- De cola: el otro modelo típico de túnica nazarena es el de cola. Abundan entre las cofradías de silencio las túnicas negras de cola, con antifaces del mismo color y se complementan con anchos cinturones de esparto. También hay variantes en la túnicas de cola entre colores, como marrón del Buen Fin o blancas en la Amargura entre otras.
- Los niños nazarenos: la Semana Santa se ha mantenido durante siglos, de generaciones, de padres a hijos. Por ello, tienen su sitio y su papel importante en las hermandades estos niños nazarenos, recogerán el testigo en las cofradías cuando sean mayores.
- Los penitentes: a los hermanos que van en la cofradía portando cruces se le conocen como penitentes. Se diferencian de los hermanos de luz en que no llevan capirotes cónicos debajo del antifaz. La presencia de los penitentes con cruces es habitual en todas las cofradías, van detrás de los pasos y en otras se sitúan intercalados.
- Manigueteros: las cofradías sitúan en las esquinas de sus pasos a nazarenos, que van también sin capirote, conocidos por manigueteros, por situarse en la manigueta. Su función esta heredada de las antiguas andas que en otros tiempos tuvieron las cofradías, pero en la actualidad es puramente ornamental.
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