En los templos sevillanos se conmemora con gran solemnidad la festividad del Domingo de Ramos. En la mayoría de las iglesias se bendicen palmas y olivos y se organizan procesiones, a veces externas, por los aledaños.
Muy solemne es de la Catedral, que preside el arzobispo y que realiza un recorrido en torno a las gradas, saliendo por la puerta de San Miguel y regresando por la puerta de Palos.
También podemos destacar la de la parroquia de Santa María Magdalena, que recorre los alrededores de este céntrico templo.
La del Salvador sale asimismo a la plaza. Son igualmente dignas de mención las mayoría de parroquias del casco antiguo la de Santa Ana en Triana, la de San Bernardo, e incluso las mas alejadas del centro.
Por otra parte, entre los ritos profanos del Domingo de Ramos cabe citar uno que mantiene toda su vigencia: el estreno de ropa y calzado, que no deja de ser un aspecto costumbrista de la solemnidad del día.
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