Las formas barrocas predominantes en la Semana Santa favorecieron que las imágenes de Nazarenos llevasen túnicas bordadas en siglos pasados. Esta costumbre tuvo un gran apogeo en el siglo XIX, con la realización de excelentes túnicas por artífices como Teresa del Castillo, Patrocinio López, las hermanas Antúnez,...También Juan Manuel Rodríguez Ojeda y el taller del Hijo de Miguel del Olmo, ya en el siglo XX.
La moda de la túnica lisa comienza en 1910, año en que el Gran Poder sale así por vez primera. Desde entonces esta imagen tiene la peculiaridad de procesionar en pocas ocasiones con túnicas bordadas. Tanto el Gran Poder y Pasión serán los modelos que inspirarán a los partidarios de túnicas lisas, en aquellos años.
En la actualidad en las hermandades suelen combinar tanto en las salidas procesionales como en los cultos internos, las túnicas bordadas como las lisas, pero si es verdad que en cuanto a las salidas hay hermandades fieles a un mismo habito de salir con túnica bordada (El Silencio, El Valle,...) o lisa (Los Gitanos, La O,...). Por lo que hay muchos partidarios tradicionales de no cambiar lo de siempre, y otros más innovadores de ir alternando cada año.
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